martes, 6 de agosto de 2013

El matrimonio es como una Cuenta Bancaria


Usted no toma de su tiempo para ir al cajero automático cuando sabe que no tiene nada en su cuenta ¿cierto? Porque sabe que no ha ahorrado; sin embargo no sucede así en el matrimonio. Queremos que nuestro cónyuge nos complazca, a pesar de que no hemos depositado nada en la cuenta, más bien estamos en números rojos… entonces ¡hay que depositar!

En el matrimonio los hombres y las mujeres recibimos los depósitos de diferente manera. Los hombres reciben sus depósitos físicamente y las mujeres emocionalmente. Si un esposo no ha hecho depósitos en la cuenta emocional de su esposa con halagos; con expresiones de cariño; ayudando en las tareas del hogar, no espere retirar “algo” porque recibirá un mensaje que diga “Fondos insuficientes”. De igual forma una esposa que quiera ser consentida a través de expresiones de cariño por su esposo y que quiera que la saquen a pasear más seguido, no puede esperar esta reacción si no ha depositado en la cuenta física de su esposo. Es un ciclo y uno de los dos debe tomar la iniciativa de empezar.

Un esposo puede depositar en la cuenta de su esposa con cariños y atenciones, que ella se sienta amada por su esposo y así estará lista para que el esposo pueda retirar el cariño físico que necesita. Lo mismo sucede con la esposa que deposita en la cuenta de su esposo expresiones físicas de cariño, podrá retirar cariño emocional que necesita. Así las necesidades de ambos están satisfechas.

Una vez que este ciclo comienza ambos se sienten realizados y satisfechos en su relación matrimonial y es ahí donde surge el milagro de la felicidad. Amar a la otra persona es darle lo que necesita, es decir, depositar en su cuenta.

El matrimonio no se trata de lo que “YO” necesito, sino más bien de lo que “MI CÓNYUGE” necesita. De esta  manera las necesidades de ambos serán satisfechas al pensar primero en el otro. Y ese es un problema grave en los matrimonios hoy en día, porque pensamos en que la otra persona “no me da lo que necesito…” cuando realmente el AMOR se trata de darle al otro lo que necesita. Si hacemos esto tendremos matrimonios más fuertes y sanos, alejados de todo egoísmo que es lo contrario del amor.

“El que ama tiene paciencia en todo, y siempre es amable. El que ama no es envidioso, ni se cree más que nadie. No es orgulloso. No es grosero ni egoísta. No se enoja por cualquier cosa. No se pasa la vida recordando lo malo que otros le han hecho. El que ama es capaz de aguantarlo todo, de creerlo todo, de esperarlo todo, de soportarlo todo. Sólo el amor vive para siempre…” 
1 Corintios 13:4,5,7,8ª

Que cada uno pueda decirse hoy: Vivo para amarte, para cuidarte y para llenarte…

Te pregunto: ¿Tienes fondos en tu cuenta?


Cinthya Jiménez de Yánez
Pastora y Consejera Familiar