miércoles, 5 de junio de 2013

"USTEDES NO SON DE AQUÍ"


De donde son ustedes? durante algunos meses esta fue una de las preguntas  que más escuchamos, mientras nos encontrábamos junto con mi esposa estudiando en Puerto Rico.
La pregunta surgía debido a que los Boricuas, veían  cosas diferentes en nosotros como la forma de hablar, algunas costumbres, teníamos según ellos un cantaito. Vale de paso mencionar, que nuestra fisonomía también era diferente.Algunos de ellos  pensaban que nosotros hablábamos raro, lo curioso es que  nosotros también pensábamos lo mismo de ellos. 
Esta experiencia y muchas otras me llevaron a reflexionar, en que ellos notaron en nosotros algo diferente, no hablábamos igual, y teníamos costumbres diferentes,  hay algo que no podemos negar y es que a pesar de hablar en el mismo idioma español, hay muchas diferencias debido a los regionalismos y los neologismos contextuales que tanto usamos.

Sin ningún esfuerzo de parte nuestra, y de ninguna manera podíamos pasar desapercibidos,  ya que  como dice el texto “nuestra forma de hablar y de ser nos delataba”….

Me parece que este ha sido un elemento  en el cual el cristianismo ha perdido mucho de su impacto,  no se nota mucho en algunos casos una diferencia, entre los que dicen ser cristianos y los que no, algunos pasan desapercibidos.
Hoy en día es tan común encontrar a muchos que dicen ser cristianos pero que no muestran ninguna diferencia con los que no lo son, ya que hablan igual, piensan igual, se comportan igual, practican las mismas cosas etc.

No es tan fácil identificar a un verdadero cristiano, en una primera impresión algunos nos hacen dudar, desconfiar, nos confunden, no sabemos a ciencia cierta si lo son o no lo son.
La diferencia entre el pueblo de Israel y los demás pueblos según el Éxodo era que la presencia de Dios iba a estar con ellos, y es que se nota cuando esta presencia esta y cuando no esta en una persona.
Esta experiencia en Puerto Rico, la cual considero mi segunda patria me hizo pensar y una pregunta asalto mi mente.

¿Los demás estarán viendo de verdad una diferencia en nosotros que decimos ser seguidores de Cristo?

Si los demás no están viendo algo diferente en nosotros, si no hay alguna diferencia, tenemos que preocuparnos y reflexionar.
Debemos de entender  y tener claro cuál es el verdadero concepto de ser cristianos, en pocas palabras, es un seguidor de Cristo.

Nuestra fe cristiana no es otra cosa que fe en Cristo según  el Teólogo Daniel Vidal, por otro lado ser cristiano va  más allá de solo asistir a la iglesia, levantar  las manos, llorar un poco, cantar en la liturgia, ofrendar, no digo con esto que estos elementos no sean importantes, claro que lo son.
Pero debemos de reflejar esa imagen no solo dentro de nuestros templos sino en todo lugar donde nos encontremos.

Una afirmación  que nos confronta es que hoy en día, la gente si cree en Dios pero no cree en los cristianos.
El Doctor Bonilla trabaja una excelente tesis sobre este tema en su libro Cristo y el Cristianismo dos grandes enemigos, muchas veces nuestro Cristianismo no concuerda con el Cristo que predicamos.
Debemos volver a la reflexión  personal sobre este tema, la gente, nuestros vecinos, nuestros familiares, no se sorprenderán por los grandes argumentos y discursos  teológicos que tengamos,  se sorprenderán cuando vean que vivimos  y practicamos nuestra teología.

Según el Teólogo de la liberación Gustavo Gutiérrez, lo que necesitamos es la Practio Dei,  dejar de hablar tanto de Dios  y más bien practicarlo vivirlo.

Uno de los gigantes de la Teología Bonhoeffer, nos desafía en su obra clásica “ El precio de la Gracia”
A dejar de vivir en una gracia barata, esta es el seguimiento sin Cristo, el cristianismo sin Cristo,  el cristianismo sin cruz, y que vivamos en una gracia cara que implica el seguimiento de Cristo  y su cruz, aun a costa de nuestra propia vida.

No debemos de olvidar que el mundo no va a cambiar por nuestras opiniones sino por nuestro ejemplo.. Termino citando  las palabras de J.C. Ryle.
“Que tu cristianismo sea tan inconfundible y tu andar, tan sincero que todo el que te vea, no tenga duda de quién eres y quien es tu Señor.

 Gerardo Yánez

No hay comentarios:

Publicar un comentario